Buscar la calma en uno mismo nos ayuda a consolarnos y/o aliviar el dolor. Calmarse a sí mismo implica aprender a alcanzar un estado de tranquilidad por nosotros mismo en lugar de depender de los demás.
Calmarse a sí mismo es diferente a practicar la autocompasión, esta última requiere reconocer el propio sufrimiento y responderse a sí mismo con amabilidad.
Cuando incluimos calmarse a sí mismo en ACT, lo hacemos desde la aceptación, en lugar de hacerlo mediante conductas de evitación. En muchos modelos, el objetivo principal del autoconsuelo es proporcionar alivio y comodidad reduciendo o eliminando el dolor, o distrayéndote de él.
En ACT, el objetivo de calmarse a sí mismo es bastante diferente. Lo traemos como parte de una agenda más amplia de aceptación y autocompasión. El objetivo principal de la práctica de la auto-calma en ACT es proporcionar alivio y comodidad a través de:
a) aceptar su dolor y tratarse a sí mismo con amabilidad y cariño, seguido por
b) participar en actividades guiadas por valores calmantes y reconfortantes.
El dolor es una carga y, naturalmente, nos esforzamos por aliviarlo. Sin embargo, mucha gente asume que aliviar el dolor significa eliminar, evitar o distraer el dolor. Pero los enfoques basados en la atención plena ofrecen una forma diferente de aliviar el dolor: el enorme alivio que se obtiene al abandonar la lucha contra el dolor, salir de la batalla y hacer las paces con ella.
ACT considera que la evitación experiencial es normal, no patológica. No es "incorrecto" o "malo" realizar actividades con el objetivo principal de reducir, evitar o distraer el dolor; a menudo tales actividades son útiles. ACT solo se enfoca en la evitación experiencial si es tan excesiva, rígida o inapropiada que se vuelve problemática y se interpone en el camino de una vida rica y plena.
Sin embargo, si el objetivo principal del auto-consuelo es reducir, evitar y eliminar el dolor, hay ocasiones en las que esto simplemente no funcionará. Entonces, en este sentido, la auto-calma basada en la aceptación sería la elección más realista desde el punto de vista de ACT porque podemos practicarla ya sea que el dolor se reduzca o no.
Un primer paso para calmarse a sí mismo es simplemente reconocer la verdad o la realidad de que en este momento la vida es dolorosa y estamos sufriendo. Y el objetivo es hacer esto con una voz interior amable, afectuosa y solidaria.
A partir de aquí podemos pasar a cualquier tipo de trabajo de aceptación y/o autocompasión. Y luego, después de aceptar el dolor, el siguiente paso es calmarse a sí mismo.
Cualquier actividad basada en la atención plena puede funcionar como un proceso de auto-tranquilidad. Esto puede incluir ejercicios formales de atención plena de estilo meditativo como:
• Escaneos corporales conscientes
• Respiración consciente
• Meditaciones de autocompasión
Los clientes también pueden crear actividades relajantes a través de la exploración consciente de los cinco sentidos y la actividad física. Podríamos pedir a los clientes que consideren lo que encuentran reconfortante, calmante o calmante para:
• Mirar
• Escuchar
• Oler
• Tocar
• Probar (comer, beber)
• Hacer
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