Los pacientes acuden a consulta con un diagnóstico, enumerando los síntomas que pareciera le definieran como persona "soy muy ansioso"o "estoy deprimido", a veces han visitado a otros profesionales pero no han conseguido quitarse la etiqueta. Con el tiempo, la ciencia de la psicología ha avanzado y observado que no es necesario seguir unos criterios diagnósticos para trabajar con el paciente, sino la utilización de un modelo transdiagnóstico a través del que todos nos movemos y capaz de trabajar con todas aquellas personas, tanto sanas como con un trastorno mental.

​

Hay ciertas situaciones en las que unas personas pueden verse bloqueadas, autolimitadas, desorientadas y verdaderamente sufrir por ello. En cambio, en condiciones semejantes, puede haber otras personas que sean capaces de crecer, avanzar y desarrollar al máximo sus habilidades adaptativas. La terapia psicológica contextual ayuda a mejorar el bienestar emocional con herramientas que ayudan al cliente a alcanzar la flexibilidad psicológica, dimensión que nutrimos en sesión enseñando al paciente los procesos que contribuyen a su desarrollo y que empodera a la persona dándole las herramientas que le permiten a él mismo producir cambios, en busca de una vida valiosa y llena de sentido.

​

 

¿Qué es la psicoterapia individual? 

 

La demanda terapéutica más frecuente que realizan las personas adultas se da cuando se encuentran ante una circunstancia problemática, que les provoca gran malestar y es fuente de problemas en diversas áreas de su vida. Tras varios intentos sin éxito y agotar todos sus recursos, es probable que se busquen otras fuentes de recursos externos como la ayuda de un psicólogo.